En un depósito se introducen las Aguas Grises, esta entrada es continua, tal y como es el consumo de aguas en una vivienda, el calculo es razon al caudal medio, con un mínimo nocturno y un máximo hacia el centro del día.
En primer lugar, el agua pasa a la CAMARA del DESARENADOR-DESENGRASADOR, donde los sólidos caen por gravedad y las grasas flotan; las arenas periódicamente se vacian por un sistema de aspiración, las grasas son evacuadas hacia la red de alcantarillado, cuando el nivel del agua alcanza la salida, cosa que ocurre cuando no hay consumo de las aguas tratadas.
En el proceso intermedio, el agua pasa a la cámara principal donde se procede a su desinfección. Para conseguirlo, se sopla aire mediante una “bomba soplante” y a través de un generador de ozono, transformando parte del oxígeno del aire impulsado en ozono, consiguiendo un aire enriquecido que es conducido hacia el difusor en el depósito. Este difusor burbujea el aire enriquecido en ozono, disolviéndose el mismo en el agua residual. El ozono oxida la materia orgánica y microorganismos que permanecen en el agua tras el tratamiento primario, provocando su desaparición y el agua queda desinfectada.
Con el fin de reutilizar las aguas depuradas y desinfectadas, se diseña un sistema de bombeo a la demanda, de forma que cuando la red de aguas regeneradas demande agua, pone en marcha la bomba y proceso de filtrado que retiene todos los elementos sólidos que no hayan sido eliminados previamente (pelos, flóculos, etc).
En el tubo de salida del bombeo en el tramo interior del depósito es integrado un sistema de limpieza por medio de rayos UV, con lo eliminamos germenes y bacterias acumuladas en el uso de estas aguas.